Anoche, mi amiga Ángeles Durini me regaló un libro espectacular de una autora que me presentaron hace poco tiempo y se está convirtiendo en una de mis preferidas: Marguerite Duras.
Mi pareja, por su parte, me sorprendió con un e-book, objeto que deseaba hace meses, muy bello, muy increíble en su potencialidad.
Hice un experimento que quiero compartir: leí el texto de Duras en ambos formatos, libro de papel y .pdf
Quienes ya sean asiduos lectores de e-book podrán decir que es falta de costumbre, pero para mí hay literaturas que hay que leer en papel.
El tiempo que se demora en pasar de página, los segundos que se paladea cada pausa para hacerlo, lo que sienten los dedos al tocar el papel, ese riesgo de cortarse la yema, esos sutiles pliegues de tiempo que suman efecto a la lectura…
Tener un e-book me permitirá ser más selectiva con mis compras de libros en papel y quizás me ahorre unos cuantos pesos en bibliotecas pero, definitivamente, a Duras la quiero disfrutar en el viejo formato.
Por otro lado, me hizo pensar en cómo se leerán mis libros en la versión electrónica. Los espacios en blanco tienen igual efecto? Las inquietudes de los personajes se sienten igual?
Sigo pensando, seguiré experimentando. Esto recién empieza.