“Del tiempo que fui huérfana” (para Haroldo, la revista del Conti)
No perdí el nombre. Mi madre logró que lo retuviera y yo me aferré a él como si esa U central fuera el asiento de una balsa.
No perdí el nombre. Mi madre logró que lo retuviera y yo me aferré a él como si esa U central fuera el asiento de una balsa.