Desde mi cristal

No-vena / No-vela

(una separación mínima dedicada a Germán Machado, que una vez me preguntó cuándo escribiría una historia con científicos. Aquí está, querido amigo. Se llama Lo que guarda un caracol.)

No-vena / no-vela

Sin venas
no se puede
Sin velas
sí. Se puede
Escribir
Pero vivir
en no-velada
es un estado
que amo.
Esa zozobra.
El riesgo del naufragio.
Y también
esa luminosidad
que se des-entraña
que no se ve
ni se escucha.
Que se lleva puesta.
Que se juega piel adentro.

Mi  sentido preferido
siempre fue el tacto.
Dedo a dedo
cuento hasta nueve
(Aún mis novelas
entran en la cuenta
más pequeña)

Novena novela.

Precioso caracol.

Creí
que no podría
construirte. Creí
que ese mar
que suena en vos
no se me daría.
Pero sí. Sucedió.
Estás acá.
Tenés cuerpo
La música del silencio
siempre es otra
Lo que guarda

es la propia
marea