“Hace tiempo que el hombre es un ser ciento por ciento cultural”
(Página/12) La ficción de la escritora y bioquímica utiliza un laboratorio de ciencias biológicas para desplegar reflexiones sobre la condición humana. El caracol marino aparece aquí “como metáfora de nuestro afuera vistoso y resistente y nuestro adentro, pocas veces reconocido”.