Las tardes del viernes 16 y del sábado 17 de septiembre las dediqué a pensar, reflexionar, compartir preguntas e ideas en las primeras jornadas sobre géneros editoriales y mediáticos destinados a comunicar la ciencia a niños, niñas y adolescentes.
El primer día estuvo dedicado a los medios audiovisuales. Compartimos dos mesas. Una llamada “Comunicación científica, diseño y géneros audiovisuales” y la otra, “Comunicación científica, discurso y políticas estatales”. Fue muy enriquecedor escuchar a Agustina Sabich, Celeste Giardinelli, Esteban Gaggino, Gabriel Di Meglio, Sofía Ansaldo, Paula Salerno, Gabriel Dvoskin, Natalia Porta López y Carolina Tosi. Compartimos pareceres acerca de las infancias como audiencias marginales en cuanto a los presupuestos que se les dedican, la necesidad de realizar proyectos interdisciplinarios y de buscar nuevas maneras de contar (¿siempre tiene que haber buenos y malos?). Reflexionamos sobre las infancias como una etapa de la vida que nunca se cierra, a la que siempre se vuelve, y sobre cómo intervenirlas siempre es un acto político. Destacamos que es fundamental que todo contenido dedicado a las infancias sea de altísima calidad y que dicha calidad debe ser dinámica, no anquilosarse. Nos preguntamos quién/es dice/n que “los niños solo quieren que les cuenten cuentos”, cómo articular el discurso científico con el pedagógico de modo que ambos salgan ganando, cómo desplazar la asociación dominante de “lo científico” y “lo serio” y dar relevancia a lo audaz y lo imaginativo de las ciencias.
El segundo día lo dedicamos a dos mesas más relacionadas con la palabra escrita. La primera fue “¿Cómo hacer comunicación científica?” y la segunda, “Comunicación científica y edición”. Participamos Paulina Nabel, Bruno Rodríguez, Eyal Weintraub, Raquel San Martín, Diego Golombek, Carla Baredes, Julieta Elffman, Raquel Franco, Florencia Badaracco y yo. Nos preocupa cómo deconstruir el estereotipo del científico y que se exponga más la dimensión social de las ciencias en los materiales que escribimos (ya sean guiones para televisión, notas periodísticas, libros destinados a primeros lectores o a lectores experimentados, podcast o gacetillas para las redes sociales, entre otros materiales que solemos escribir). ¿Cómo garantizamos un feed back con nuestros lectores? “Provocándolos” es una de las respuestas que surgieron. Superar la división entre ciencias sociales y naturales y exactas fue otra de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa, coincidimos en que comunicar ciencia es un gesto político y que los conflictos más urgentes de nuestro presente, como el desastre ecológico, deben ser expuestos en las comunidades científicas como temas políticos que no pueden seguir postergándose.
“¿Cómo comunicar?” es la pregunta urgente. Una respuesta que surgió es “apelando a las historias, a las emociones”, otra “usando el lenguaje común, acortando distancias”. Despertar la propia curiosidad y ponerse en acción para que la comunicación científica camine junto a las artes parece ser la estrategia más eficaz, pero no será fácil desandar las décadas que lograron separarlas.
Todas las intervenciones de las cuatro mesas pueden verse y escucharse haciendo click aquí.