Sofía no quiere ir al campo a visitar a sus tíos durante el fin de semana. La última vez que estuvo ahí se topó con un ratón que le dio asco y miedo. Pero al llegar se encuentra con varias novedades: una perrita llamada Papaya la sorprenderá con sus habilidades y una bicicleta lista para andar se transformarán en nuevos desafíos. Además, la alegría de un descubrimiento dejará una huella profunda en su memoria.
Sophia doesn’t want to go to the countryside to visit her aunt and uncle for the weekend. Last time she was there, she encountered a mouse that disgusted and frightened her. But upon her arrival she finds several novelties: a little dog named Papaya will surprise her with her skills and a bicycle ready to ride will become new challenges. Furthermore, the joy of a discovery will leave a deep mark in her memory.
Sofi vuelve al campo a su pesar y la realidad la lleva a enfrentarse con miedos que ya no existen. Sofi crece en este viaje y el tiempo se muestra como lo que es: un enigma. Me interesa que en las diferentes historias de Sofi la percepción del tiempo y el paso cronológico del tiempo entren en tensión y nos lleven a pensar en lo importante que es pasar más minutos haciendo aquello que nos hace bien, con las personas que queremos.
Hacer crecer a este personaje me pone en verdaderas encrucijadas pues voy decidiendo qué quiero que ella viva para luego rescatar esas vivencias más adelante. En Papaya y Alegría, por ejemplo, vuelvo a Boca de tiburón, a la experiencia que hizo que ella le tuviera miedo y asco a los ratones. El tiempo vivido, la memoria, los recortes que hacemos de nuestros recuerdos lindos y feos son y serán temas recurrentes en la vida de Sofía.
Gracias a la editorial Enlace por hacer lugar en su Tren Dorado a las historias de Sofi, este personaje que tanto quiero.
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