Sofía disfruta de un día de verano en las sierras. Corre cuesta arriba porque quiere ganarle la carrera a su hermano Nacho. ¡Qué difícil se hace subir con tanto viento! De golpe, una ráfaga se lleva su gorro, ese de estrellas fosforescentes que brilla en lo oscuro. Ella no quería perderlo… Pero mientras recorren el bosque para recuperarlo, ¡cuántas maravillas descubrirá Sofi!
Sophia enjoys a summer day in the mountains. She is running uphill because she wants to beat her brother Nacho in the race. It’s so hard to climb with so much wind! Suddenly, a gust blows away her hat, the one with the phosphorescent stars that shines in the dark. She didn’t want to lose it… But as they go through the forest to get it back, Sophie will discover many wonders!
En Flor de estrellas la idea era escribir una experiencia que la propia Sofi guardara en su memoria y, ¿por qué no? apareciera como recuerdo en la adolescente que será en unos años. La pérdida de un objeto deseado y la comprensión de la familia, pero sobre todo, el darse cuenta de que lo mejor de una búsqueda es lo que encontramos en el camino.
Acompañar a un personaje que crece es un desafío y me provoca gran fascinación. No sé qué voy a escribir cuando me siento ante el teclado o ante mi cuaderno de proyectos pensando en Sofía. A veces salen ideas de una Sofi pequeñita, otras para una Sofi revolucionada por la pubertad. ¿Qué mujer será Sofía Alvarado? ¿Cuáles huellas impresionarán más profundamente su memoria? ¿Cuáles escribiré y cuáles se revelarán solas? Caminar junto a Sofi hace que se modifique en mí la percepción del tiempo y de las marcas que las vivencias dejan en la memoria. ¿Recordamos las más importantes o justamente son esas las que atesoramos y nos cuesta más traer al presente?
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